domingo, 1 de marzo de 2009

Un golpe fulminante

Carmencita y yo habíamos tenido un verano muy grato. En enero, comenzamos a disfrutar de la nueva casa y del nuevo barrio. Lo pasamos muy bien en nuestras vacaciones de febrero en Rapel y Pichilemu. Las culminamos estupendamente el sábado 21 con Biodanza y Naturaleza en Pirque. Venían dos semanas de trabajo para mi; pero el 9 de marzo iríamos por una semana a Ilhabela.
El domingo 22 y el lunes 23 fueron absolutamente normales...hasta las 10 y media de la noche. Las molestias comenzaron cuando el televisor mostraba una elegante victoria transitando por el escenario de la Quinta Vergara. Muy luego las molestias se transformaron en dolores cada vez más intensos, hasta hacerse intolerables. A las 11 y media, partimos en busqueda de un servicio de urgencia y nos detuvimos en la Clínica Cordillera. Sin personal ni equipos apropiados, Carmencita fue sometida a dolores extremos para hacerle un scaner que, despues de cuatro horas, indicó que había un cáculo renal. Se le administraron fuertes calmantes y se la derivó a la Clínica Alemana para confirmar el diagnóstico.
A las 4 de la madrugada del martes 24, una jóven médico de esta Clínica nos indicó que nos enviaría a la casa despues de observar a la paciente durante una hora, pues un cálculo de 5 mm no requería hospitalización. Los vómitos y nauseas eran resultados de los calmantes y el cálculo sería eliminado, en dos o tres días, tomando agua y un par de remedios. Si la paciente se sentía mal, podía volver a control al día siguiente.
El resto del martes, Carmencita lo pasó muy mal: vómitos, nauseas y dolores intensos. Pero, como de costumbre, ella aperraba calificándolos de soportables. Decidió que iríamos a control el día siguiente.
El miércoles 25, acompañados de José Ignacio, llegamos de regreso a Urgencias de la Clínica Alemana. Carmencita se sentía mal, estaba muy pálida, pero interactuaba con nosotros y la doctora. Esta, más experimentada que la anterior, anunció desde un comienzo que trataría agresivamente las dolencias causadas por el cálculo renal. Ordenó suero y cuando Carmencita manifestó que tenía dificultades para respirar, dispuso una serie de exámenes.
Jose y yo fuimos alejados y se nos informó que Carmencita sería trasladada a Cuidados Intensivos. Sólo a las 2 de la tarde se nos dijo que el cálculo había obstruido el riñón, que éste se había infectado y que la infección se había generalizado atacando y afectando los órganos más vitales. Un estado de extrema gravedad con altísimo riesgo vital.
No podíamos creer que, en pocas horas y frente a nuestros propios ojos, se había producido un golpe tan fulminante.
Sin embargo, cuando se nos permitió entrar a la pieza y vimos a nuestra amada en coma inducido y conectada a múltiples aparatos, nos derrumbamos. Su maravillosa energía, su dulzura, su belleza, su vitalidad estaban brutal y radicalmente amenazadas.

1 comentario:

  1. Mi querida amiga....desde el miércoles en la noche, en que desperté con incredulidad de lo que estaba escuchando...tú en extrema gravedad, cuando un par de días antes conversamos como siempre, tranquila, amorosa,divertida...que estoy acompañando tu trance por esta experiencia, sintiendo que estás ahí luchando por tu salud ,por continuar tu nueva vida ,acompañada del amor de Jorge, de tu hijo y de toda tu familia y tus amigos...que como hemos visto en estos días esta es una gran red, de un gran poder y es el resultado de tu amorosa entrega....amiga ,mucha fuerza y mucha luz, con todo mi amor¡ ...Angélica Alegría...

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